This crisis that we are going through is not a natural disaster but rather the consequence of the way in which the conservative, liberal and social democrat political forces have moved from the Washington Consensus to the Brussels Consensus, imposing no public intervention in the economy, pay restraint, and the privatisation of public services and of the main businesses in key sectors of the economy, such as energy and telecommunications.
Así, la crisis que vivimos no es una catástrofe natural, sino que es la consecuencia de la traslación, que las fuerzas políticas conservadoras, liberales y socialdemócratas, han hecho del Consenso de Washington al Consenso de Bruselas, imponiendo la no intervención pública de la economía, políticas de moderación salarial, la privatización de los servicios públicos y de las principales empresas de sectores claves de la economía como la energía o las telecomunicaciones.